Cómo detectar correctamente los piojos

Si hay un síntoma que todo el mundo asocia con la aparición de los piojos, ese es la imagen de un niño rascándose la cabeza. Pero, ¿es realmente buena idea no tomar ninguna medida para detectar los piojos antes de que eso ocurra? Por supuesto que no.

En primer lugar, porque ese síntoma puede darse más de un mes después de que haya empezado la infestación. Y en segundo lugar, porque no todos los niños experimentan esa sensación de picor aunque los parásitos estén cómodamente instalados en su cuero cabelludo.

En lugar de esperar a que tu hijo se rasque o te diga que le pica la cabeza, puedes seguir una sencilla rutina con la que detectar rápidamente a los molestos insectos antes de que hayan proliferado. Ten en cuenta que una buena higiene no es ninguna garantía contra los piojos, porque un pelo limpio les resulta tan atractivo como uno sucio, y uno largo tanto como uno corto.

Qué debes hacer para averiguar si tu hijo tiene piojos

Para saber si un niño tiene piojos necesitarás un peine especial que puedes comprar en cualquier farmacia. Sus dientes tienen una separación máxima de 0,3 milímetros para arrastrar a los insectos, y lo ideal es que su color sea blanco para que los intrusos puedan distinguirse con mayor facilidad. Aunque puedas pensar que una inspección visual basta para descubrir los piojos, no es así: se ha comprobado que el empleo del peine de detección es cuatro veces más efectivo para dar con los parásitos.

Los piojos adultos miden de 2 a 4 milímetros y tienen un color marrón grisáceo; las ninfas, o piojos jóvenes, son todavía más pequeñas y resultan prácticamente transparentes al principio. Para dar con ellos debes examinar la cabeza de tus hijos en ciertas condiciones: asegúrate de que la luz sea buena y de que el niño esté relajado, con la atención puesta en otra cosa. Un momento perfecto para hacerlo es mientras el pequeño está distraído viendo la tele.

Debes ir dividiendo el pelo en mechones, e introduciendo los dientes del peine en la raíz del cabello para después deslizarlos hacia fuera con cuidado. Ten en cuenta que los piojos se mueven muy rápido y les gusta vivir muy cerca del cuero cabelludo. No se suelen aventurar a lo largo del cabello salvo que sea para cambiar de cabeza.

Pero además de piojos vivos buscamos sus huevos, las liendres. Lo normal es que estén prendidas a la raíz del pelo y sean de color blanquecino si están vacías, por lo que es relativamente fácil confundir las liendres con la caspa. Cuando contienen larvas, su tono es grisáceo o marrón.

Neositrín Protect puede hacerte más cómodo todo el proceso de búsqueda, porque además de repeler los parásitos y actuar directamente contra piojos y liendres, ayuda a desenredar el pelo con mayor facilidad.

¿Se debe examinar algún sitio en especial?

Algo bastante común al buscar piojos es preguntarse si están distribuidos por la cabeza de forma regular o tienen preferencia por ciertos lugares. Ya hemos indicado su gusto por permanecer muy cerca del cuero cabelludo, pero también debes mirar con especial atención en la nuca, debajo del flequillo y detrás de las orejas.

¿Con qué frecuencia conviene examinar la cabeza de tu hijo por si hay piojos?

Una vez a la semana, echa una ojeada. Es una frase que te puede servir como recordatorio, pero mejor todavía es que imprimas el calendario que puedes descargar aquí. Así te asegurarás de que las revisiones para impedir que los piojos se cuelen en tu hogar son todo lo frecuentes que deben ser.

La rutina para detectar piojos no deja de ser una parte más de los hábitos de higiene familiar, y así es como hay que considerarla. Si encuentras piojos en la cabeza de alguno de tus hijos, revisa las de los demás miembros de la familia, y avisa a los padres de los niños que hayan podido estar en contacto con el pequeño para que hagan también su comprobación.

Con algunos minutos a la semana y teniendo en cuenta estas sencillas pautas, podrás detectar rápidamente cualquier posible infestación de piojos y actuar para atajarla antes de que tu hijo empiece a rascarse la cabeza. ¿O sigues creyendo que es mejor esperar?