Circular del colegio advirtiendo de piojos: ¿Qué hago?

Con la vuelta al colegio de los niños, los piojos encuentran un montón de posibilidades para viajar de una cabeza a otra. Entre los juegos, el contacto físico constante y la convivencia durante varias horas diarias, resulta muy común el contagio de piojos en el cole en esta época del año.

Así que no sería extraño que recibieras una circular del colegio de tus hijos comunicando que se ha detectado la presencia de piojos. O, quizá, algún mensaje a través del grupo de whatsapp de padres advirtiendo de la misma circunstancia. Bien, ¿y qué hago ahora?, te preguntarás.

¿Qué hacer si recibes una circular comunicando que hay piojos en el colegio de tus hijos? 

Como padre, o madre, te toca actuar. No hay que alarmarse ni agobiarse, pero cuanto antes te pongas a ello, más fácil será solucionar el problema. Solo has de seguir estos pasos:

Lo primero es revisar la cabeza de tu hijo cuidadosamente. Debes hacerlo con una lendrera, buena luz y muy pocas prisas. No te limites a mirar el cuero cabelludo porque los insectos son extremadamente pequeños y resulta mucho más efectivo pasar el peine especial. Si hay piojos, las púas del peine los arrastrarán y podrás verlos con facilidad.

Si detectas liendres o piojos vivos, hay que aplicar un tratamiento antipiojos. Sabemos que los niños no son los seres más pacientes del mundo, pero no te preocupes. Un spray antipiojos contrastado y capaz de eliminar, en una sola aplicación, la totalidad de piojos y liendres, es la mejor solución. Pero será necesario añadir al tratamiento medidas preventivas contra los piojos que eviten una nueva proliferación. Especialmente si, como ocurre en este caso, en el entorno escolar hay casos de pediculosis. Un spray protector frente a los parásitos evitará que la cabeza de tu hijo vuelva a tener visitantes.

Si has descubierto piojos vivos no olvides examinar las cabezas de los demás miembros de la familia. También es conveniente lavar a 60 º la ropa como sábanas, fundas del sofá e incluso los peluches así como revisar la sillita de coche para no correr riesgos innecesarios.

Si no has detectado ni liendres ni piojos vivos, solo es preciso tomar medidas de prevención. No debes aplicar el tratamiento antipiojos; con el spray protector será suficiente.

En caso de que descubras piojos en el cuero cabelludo de tus hijos sin haber recibido ninguna circular, debes comunicarlo cuanto antes. Lo mejor es que se lo hagas saber tanto al centro como a los demás padres. Para esto último te ayudarán algunas imágenes simpáticas de ¡Alarma, piojos! que puedes utilizar en el grupo de whatsapp.

¿Qué NO debes hacer si descubres que tu hijo tiene piojos?

Lo primero que no tienes que haceres darle más importancia de la que tiene: la pediculosis no es algo de lo que avergonzarse, ni tiene nada que ver con la la dejadez personal ni la higiene como se creía años atrás. Se trata de una circunstancia común y corriente, y así debes explicárselo a tu hijo.

No tiene ningún sentido aislar al niño ni evitar que vaya a clase. Eso no pondrá remedio a nada y hará vivir al pequeño una situación incómoda y desagradable. Hay que aplicar un tratamiento antipiojos y continuar con la vida normal; eso es todo.

Como ya hemos dicho, no debes dejar de comunicarlo al colegio y a los demás padres. Olvida los reparos, los pudores y las vergüenzas; las infestaciones de piojos ocurren constantemente y son lo más normal del mundo. A ti también te gustaría que te avisaran para poder podenr remedio, ¿no?

Por último, no recurras a remedios caseros (suelen ser muy poco eficaces) ni a medidas como cortar el pelo al niño. Los piojos viven pegados al cuero cabelludo y la longitud del cabello les resulta indiferente.

¿Qué hacer si eres profesor y detectas piojos? 

Comunícaselo inmediatamente al centro para que envíe una circular advirtiendo de los casos de pediculosis. Esa circular contiene la información necesaria para que los padres actúen correctamente, así que buena parte del trabajo ya está hecha.

Pero también debes aprovechar tu posición para informar y educar a los niños al respecto. Es fundamental dejarles claro que la presencia de piojos no está relacionada con las malas costumbres higiénicas, y que los parásitos pasan con facilidad de una cabeza a otra. Deben saber que ningún niño está libre de ese riesgo, y tampoco estará de más recordarles que nunca deben compartir gorras, gomas del pelo, peines ni toallas.