Adolescentes y piojos: amigos para siempre

Pequé de ingenua cuando mis hijas llegaron a la adolescencia. Pensaba que una vez superada la etapa infantil, los piojos desaparecían de nuestras vidas. ¡Nada más lejos de la realidad!

Creo que no me equivoco si digo que hay más piojos en los institutos que en los colegios y es un dato curioso teniendo en cuenta que los adolescentes son “casi adultos” y se les supone más control de su cuerpo y circunstancias.

Motivos por los que los adolescentes tienen más riesgo de coger piojos

Los motivos que causan esta debacle se basan en que “pasan” de muchas cosas:

  • “Pasan” de recogerse el pelo. La moda actual es llevar el pelo largo (¡muy largo!) y suelto.
  • “Pasan” de las reglas. Si tenías establecido que se recogieran el pelo o que utilizaran cada mañana el spray con octanediol, no lo van a hacer o lo van a hacer de forma intermitente. Si por casualidad logras que se recojan el pelo para salir de casa, al llegar a la calle se lo van a soltar, créeme…
  • “Pasan” de explicarnos algunas cosas de las que les pasan. Descubrirán que tienen piojos o les picará la cabeza, pero no siempre te lo van a decir. Ya se sabe que lo que no se dice, no existe…
  • Pasan” de lo que les expliquemos los adultos. Menudo rollo tenemos los padres con lo de los piojos… ¡no será para tanto!
  • “Pasan” de hacerse los tratamientos cuando tocan. “Ahora no me va bien”, “ya me lo hago yo”, etc.

En esta época del desarrollo el grupo de iguales, los amigos, van a pasar a tener un papel muy importante en sus vidas. Este hecho facilita que se den dos circunstancias añadidas a la lista anterior que también dan rienda suelta a los contagios:

  • Somos amigos y lo compartimos todo… incluyendo ropa, gorras y productos de higiene como peines y coleteros.
  • El grupo nos anima a romper las reglas y a buscar los límites. Bien, coger piojos no se puede considerar una conducta de riesgo, pero infravalorar las posibilidades de contagio entra dentro de su nueva “actitud” ante las cosas de la vida.
  • Los “selfies” como forma de expresión social. Para caber dentro de la foto hay que juntar las cabezas. También se juntan compartiendo sofás, abrazos y otros momentos…

No te deprimas, es una etapa que también aporta muchas satisfacciones a las madres y a los padres, pero en cuestión de piojos, va a ser una época dura.

Como consejo, intenta pactar un momento de la semana para revisar este tema (lendrera, poner producto si es necesario, insistir en el octanediol, etc). Todo lo demás… ¡irá madurando con la edad!

 

Dra. Amalia Arce
Dra. Amalia Arce
Médico Pediatra.
Responsable de E-Salud en Fundació Hospital de Nens de Barcelona.