¿Qué es la pediculosis y cuándo debemos preocuparnos?

La pediculosis es la infestación por piojos. Aunque tendemos a pensar en la cabeza, los piojos también pueden alojarse en otras zonas del cuerpo con pelo, como el pubis, las pestañas o incluso otras zonas del cuerpo.

¿Quién puede contagiarse y cómo se produce el contagio?

En realidad, cualquier persona puede contagiarse, si bien se puede optar -como mínimo para una prevención parcial- por las actividades preventivas. La transmisión se produce por contacto directo con una persona que tiene piojos. Compartir peines, coleteros, y otros objetos como cascos o gorros, facilita la transmisión de los piojos entre cabezas.
En la cabeza el síntoma principal es el picor, por las pequeñas heridas que causa en el cuero cabelludo el piojo mientras se alimenta de la sangre. Debemos tener en cuenta que la aparición de este picor puede originarse hasta 2 y 3 semanas después del inicio de la infestación, de forma que la recomendación de revisar frecuentemente las cabezas de los niños y las niñas escolarizados es la mejor estrategia.

¿Cuándo debemos preocuparnos por los piojos?

Relacionado con muchas actividades preventivas infantiles, a los pediatras nos gusta decir que más que “preocuparse” hay que “ocuparse”.

¿Por qué no debemos “preocuparnos”?

  • Porque los piojos no transmiten enfermedades a diferencia de otros parásitos como por ejemplo las garrapatas
  • Porque los piojos se consideran endémicos entre la población escolar. Es decir, que hay que aprender a convivir con el riesgo de que tus hijos cojan piojos, porque tarde o temprano… seguro que tienes que lidiar con ellos.
  • Porque tenemos tratamientos efectivos que consiguen erradicar los piojos.
  • Porque tenemos tratamientos preventivos efectivos, así como recomendaciones relacionadas con el contacto que minimizan el riesgo de infestación.

Y, ¿por qué debemos “ocuparnos”?

  • Porque tener piojos es una experiencia desagradable. El picor y la sensación de que tienes parásitos que recorren tu cuero cabelludo es engorroso.
  • Porque aunque los piojos no den complicaciones a distancia importantes, el rascado sí puede predisponer a la infección de la piel.
  • Porque los piojos son extremadamente contagiosos, de forma que la no detección y eliminación rápida puede conllevar a que un número importante de familiares y compañeros resulten infestados. Es necesaria también ¡la solidaridad hacia el grupo!
  • Porque la revisión frecuente de las cabezas es una rutina más de higiene que debería estar incorporada dentro del cuidado corporal infantil.

Así que ya sabes, “ocúpate” y ¡mantendrás a los desagradables piojos lejos de tu hogar!

Dra. Amalia Arce
Dra. Amalia Arce
Médico Pediatra.
Médico pediatra en HM Nens y Món Pediàtric. Autora de “Diario de una mamá pediatra”.