¿Cuál es el protocolo de los piojos en el centro escolar?

Los piojos y los colegios van cogidos de la mano. Ojalá no fuera así, pero es una realidad…

Creo que la gran mayoría de familias están más mentalizadas en que los niños con fiebre no pueden ir al colegio y más con toda esta pandemia. Pero en el tema de los piojos no estamos muy mentalizados. Muchas veces es un tema tabú entre las familias. Y entre los grupos de whatsapp ya ni te digo… Bueno mejor dicho es un tema tabú para las familias que uno de sus hijos tiene piojos, porque las otras familias enseguida anuncian que hay un  niño o niña con piojos en la clase.

Creo que cambiaría mucho a las familias si pudiéramos ver cómo es un piojo. Poderlo ver a gran escala. Cambiarían muchas formas de actuar. A menudo nos pasa a todos… “ojos que no ven, corazón que no siente” como se dice, no? Como los piojos son casi imperceptibles, pues oye si no los veo… Pero estamos equivocados, pues es responsabilidad nuestra, de los padres, hacer revisiones y ser constantes en ello.

La Normativa de los Piojos en los colegios

 

La gestión escolar relacionada con el protocolo de los piojos, es muy sencilla: No puede venir un alumno/a al colegio con piojos.

Es más, es una normativa. Aquí sí que no está la trampa de… “le doy Dalsy y ya aguanta el día”. No. En el tema de los piojos se nota y cada vez los profesores nos fijamos más. Es muy evidente en la clase cuando un niño/a tiene piojos. Pobrecito. Muchas veces se nota en el tipo de pelo. A veces porque está más despeinado de lo normal porque se rasca el pelo, o el/la niño/a se muestra inquieto e incómodo con picores…

Dentro de clase cuando se ve algún indicio, se observa durante un momento. Te acercas a él/ella con disimulo. Una vez el profesor confirma que el alumno tiene piojos bien porque ha podido verlos moverse o porque ha visto liendres, el protocolo es llamar a la familia. Se le informa y la normativa dice que deben ir a buscar a su hijo/a al colegio. Una cosa es la normativa y otra es la disponibilidad de la familia. Si no pueden venir a buscarlo, a su hijo no se le aparta de la clase pero si que tienes más cuidado en según que actividades. Pero no nos olvidemos que son niños, juegan, saltan, se abrazan… y es muy difícil que no se junten y que se pasen algún que otro piojo. Por eso siempre decimos que es importante que lo vengan a buscar.

El siguiente paso en el protocolo para los piojos, es enviar una comunicación a las familias de la clase. Informando que en la clase ha habido un caso de piojos. En esta comunicación se especifica el procedimiento para poder observar las cabezas de cada hijo/a y cómo hacer el tratamiento. Y se vuelve a recordar a las familias que, si encuentran piojos o liendres a sus hijos, no pueden venir al colegio.

Es una gestión fácil, pero a la vez complicada. Porque las familias no le damos importancia. No lo vemos como un problema. Y es un grave problema, ya que entre otras cosas, pueden transmitir muchas enfermedades.

Desde aquí, como profesional de la educación, “papás hemos de ser más responsables en este tema” 🙂

 

Riqui Muñoz
@papaymas
Profesor y coordinador de Primaria
Padre de 5 hijos