Piojos y mascotas: mitos y verdades

Cuando hablamos de piojos y mascotas, es posible que nos asalten algunas dudas. La primera, ¿pueden nuestros perros y gatos tener piojos como nosotros? E, inmediatamente, la siguiente pregunta que nos viene a la cabeza es… ¿es posible el contagio de piojos entre mascotas y humanos? Tranquilo, hoy vamos a resolver estas dudas de una vez por todas.

Nuestras mascotas SÍ pueden tener piojos

Es poco probable que una mascota saludable tenga piojos pero sí que es posible. Normalmente los piojos aparecen en animales recién nacidos o muy mayores y en casos en los que estos tienen una alimentación o una higiene deficiente. De todas formas, si sospechas que tu mascota puede tenerlos, no te alarmes. ¡No pasa nada! Son fáciles de eliminar. Lo importante es detectarlos lo antes posible para aliviarles las molestias y evitar el contagio con otros animales.

Si has detectado piojos en tu perro o gato, la mejor opción es que consultes al veterinario para que te aconseje el mejor tratamiento para eliminarlos según su especie y caso.

Nuestras mascotas NO pueden contagiarnos los piojos

Ni nosotros a ellos. Aunque tanto las mascotas como nosotros podamos tener piojos en algún momento de nuestras vidas, el contagio entre ambas especies es imposible. ¿La mala noticia? Existen más de 3.000 variedades de piojos. ¿La buena? Cada una está hiperespecializada y solo puede vivir en esa especie en concreto. Es decir, que los piojos que afectan a las cabezas humanas —los pediculus humanus— no podrían sobrevivir en el pelo de tu mascota, ni al revés.

Otro dato importante es que los productos que usamos para tratar las pediculosis en humanos no deben ser utilizados en nuestras mascotas y, solo por dejarlo todo claro, tampoco al revés.

Diferencias y similitudes entre el piojo humano y los piojos de las mascotas

Los piojos que contagian las cabezas humanas pueden llegar a medir un máximo de 3 milímetros, tienen forma ovoidea y su color puede variar entre el blanco y el marrón dependiendo de la cantidad de sangre que contengan en ese momento en su interior. No tienen alas y no pueden ni volar ni saltar de cabeza en cabeza. Sus liendres tienen un tamaño de entre 0,3 y 0,8 milímetros.

Los piojos de nuestras mascotas también carecen de alas por lo que su forma de contagio es igual que en el caso de las personas: por contacto físico directo con otro animal infestado o bien por compartir cepillo, juguetes o cama.

¿Cómo detecto si mi mascota tiene piojos?

Igual que en el caso de las personas, el síntoma más evidente que debe ponerte en alerta es si tu gato o tu perro empieza a rascarse insistentemente o a arrancarse penachos de pelo. A diferencia del de los humanos, las liendres que dejan los piojos de las mascotas son visiblemente más grandes y pueden distinguirse fácilmente a simple vista separándoles el pelo.

Para evitar llegar a este momento, existen formas de prevenir el contagio de piojos entre mascotas. Pregunta a tu veterinario acerca de la oferta de pipetas externas que actúan como repelentes de piojos además de atacar a otros parásitos como las garrapatas, las pulgas y los ácaros.