Piojos y liendres, ¿cómo diferenciarlos?

Para poder detectar de forma exitosa la presencia de piojos y liendres en las cabezas de nuestros hijos e hijas, debemos conocer qué características tienen para poder reconocerlos.

¿Cómo son las liendres? 

Las liendres son los huevos de los piojos. El piojo hembra depositará sus huevos cerca del cuero cabelludo. Estos huevos son muy pequeños, alrededor de 0.5 mm, ovalados y de color amarillento.

Si observamos las liendres alejadas del cuero cabelludo, posiblemente nos indique que son huevos antiguos que están vacíos, en este caso serán de color blanco o transparente, y no contendrán el piojo en su interior.

¿Cómo puedo diferenciar las liendres de la caspa?

El aspecto de la caspa y de las liendres puede ser muy parecido, ambas suelen ser blancas o amarillentas y minúsculas. Además, también la caspa puede provocar picor en el cuero cabelludo, por lo que diferenciarlas puede suponer todo un reto.

La diferencia principal es que las liendres están muy adheridas al pelo, a diferencia de la caspa que se desprende con más facilidad. Si ves que las partículas blancas del pelo se despegan y deslizan con facilidad, seguramente sea caspa.

¿Cómo son los piojos?

Al cabo de 7 a 10 días, la liendre eclosiona y sale el piojo que empezará a succionar sangre del cuero cabelludo, provocando el síntoma característico del picor intenso. Poco a poco el piojo irá creciendo hasta convertirse en un piojo adulto.

Los piojos tienen un tamaño superior que las liendres, miden alrededor de 2-4 mm. No tienen alas y no pueden volar, pero tienen 6 patas, lo que hace que se puedan mover muy rápido y que sean difíciles de detectar. Son de color gris, blanco o marrón.

¿Cómo podemos detectar los piojos y liendres de forma precoz?

Haciendo revisiones periódicas del cabello, ya sabéis, ¡una vez a la semana echa una ojeada!

Para hacer una buena revisión del pelo, deberemos contar con una adecuada iluminación, una lendrera y mucha paciencia. Cuanto antes detectemos los piojos y liendres, antes podremos ponernos manos a la obra con el tratamiento.