Mi hijo ha cogido piojos. ¿Debo decirlo?

En muchos casos, la proliferación de piojos se debe al silencio de los padres ante la infestación de su hijo o hija. Si al detectar los parásitos en la cabeza del niño, no se avisa al colegio y a los padres de otros niños con los que ha estado jugado o compartido espacio, es probable que los piojos se propaguen con facilidad y rapidez.

Hay que tener claro que estos insectos se contagian por contacto. No pueden saltar ni volar, pero saben aprovechar la proximidad de las cabezas para trasladarse rápidamente de un individuo a otro. Ese contacto y esa proximidad se dan mucho más entre los niños que entre los adultos, por la tendencia de los primeros a jugar juntos, tocarse, abrazarse e incluso pelearse. Y esa es la razón por la que el contagio de piojos resulta mucho más fácil entre los pequeños en el colegio.

¡Dilo cuanto antes!

La proliferación puede evitarse si se toman medidas con rapidez, tras detectarse el primer caso, y se examinan las cabezas de todos los posibles afectados. Pero muchas veces, los padres que deben dar el aviso no lo hacen. ¿A qué se debe esa reacción?

Existe una creencia popular, todavía arraigada, que relaciona los piojos con la suciedad. Demasiadas personas siguen pensando que estos insectos solo aparecen cuando hay poca higiene y que tienen preferencia por las cabezas en las que no sobra la limpieza. Y, sencillamente, NO es verdad.

A los parásitos les resulta indiferente que el pelo se encuentre más o menos limpio, y una higiene escrupulosa no va a evitar que, si se dan las condiciones favorables para ello, el cuero cabelludo tenga visitantes indeseados. Es necesario eliminar cuanto antes ese estigma en relación con el contagio de piojos, y tener presente que cualquier niño se puede ver afectado por ello.

Un par de cosas que te ayudarán a comunicar que tu hijo tiene piojos

La ignorancia y la asociación mental que sigue existiendo entre piojos y malos hábitos higiénicos, provocan que algunos padres sientan cierta vergüenza o pudor a revelar la pediculosis de uno de sus hijos. Si te encuentras en esa situación, recuerda, en primer lugar, que se trata de algo completamente normal entre niños y que no significa que sus padres hayan hecho nada mal.

Para facilitarte las cosas y ayudarte a llevar el contratiempo con naturalidad, quizá te sirvan algunos materiales que puedes descargar directamente de nuestra web. El primero es una carta para comunicar la existencia de piojos en el colegio. Te será útil tanto si has advertido la presencia de parásitos en tu hijo como si has tenido noticia de algún caso por medio de otras personas. La carta incluye consejos sobre la manera correcta de detectar y tratar la pediculosis en los niños.

El segundo material te irá bien si estás en el grupo de WhatsApp de padres de alumnos. Son imágenes simpáticas de ¡Alarma, piojos! para compartir por ese medio y avisar a todos los padres sin renunciar a un toque de humor. ¡No hay que hacer dramas de algo tan común!

Y ahora, toca tratar la infestación

El tratamiento antipiojos en los niños solo debe aplicarse en caso de detección de parásitos vivos. No se debe utilizar nunca como medida preventiva. Un spray antipiojos que actúe con rapidez, eliminando insectos y liendres tras una sola aplicación, resulta lo más indicado. Especialmente si, como Neositrín Spray Gel, no contiene insecticidas y se puede utilizar en pieles sensibles.

La sencillez de su empleo es también un factor favorable cuando los afectados por la pediculosis tienen corta edad, y son impacientes y poco cuidadosos. Puede aplicarse directamente sobre el cabello seco, manteniendo el spray a unos diez centímetros y cubriendo completamente el cuero cabelludo. Después, es necesario frotar para que el producto impregne el pelo desde la raíz a la punta, y dejar que actúe durante un minuto. Solo falta retirarlo con champú y pasar la lendrera para dejar el cabello libre de piojos y liendres muertas.

Confiamos en que la información rigurosa termine con la creencia que asocia los piojos y la mala higiene y, por tanto, con la incomodidad de algunos padres ante una situación totalmente normal. En cualquier caso, no dudes en avisar cuanto antes si descubres piojos en las cabezas de tus hijos. Es la única actitud responsable y correcta para atajar una posible proliferación.