El tabú de los piojos: cómo combatirlo para que no afecte a tus hijos

El comportamiento que adoptemos como adultos ante una infestación de piojos, sea de nuestros hijos o no, será especialmente importante e influyente en la forma en la que ellos vivan esa experiencia. Las palabras y la actitud con la que se trate el contagio deben servir para acabar con el tabú con el que muchas veces se trata el tema de los piojos y que puede llegar a afectar a los más pequeños.

Los niños imitan nuestras reacciones

Los niños suelen adoptar una actitud frente a las cosas similar a la que observan en sus padres. Todos hemos comprobado cómo nuestra forma de reaccionar ante un hecho condiciona la manera en que lo hacen nuestros pequeños. Por ejemplo, si nuestra hija se cae del columpio y nos ve acercarnos corriendo hacia ella gritando y con la cara desencajada, probablemente se lleve el susto de su vida, independientemente del daño que se haya podido hacer.

Pues igual sucede cuando nos escuchan comentar sobre algún caso cercano de piojos porque, aunque no lo creamos, los niños lo perciben todo a pesar de que dé la impresión de que están distraídos en sus cosas sin escuchar la conversación.

Y no solo importan nuestras palabras o comentarios, sino que el lenguaje corporal juega un papel importantísimo en cómo los niños perciben la trascendencia de un tema, cómo lo van a encajar y cómo lo van a afrontar.

Naturalidad ante todo y ante los piojos

Para eliminar los tabúes sobre los piojos, lo más importante es quitárnoslos nosotros mismos de la cabeza y hablarlo con naturalidad con nuestros hijos. Y, para eso, podemos echar la vista atrás y descubrir que estos parásitos ya existían en la época de los dinosaurios y que éstos también los sufrieron. El hombre prehistórico también los padeció y la gran capacidad de adaptación de los piojos les ha permitido sobrevivir desde tiempos prehistóricos hasta nuestros días.

Los piojos: enemigos poderosos

Esto quiere decir que no nos enfrentamos a cualquier enemigo, sino que son fuertes y mutan con facilidad. Además, no hacen distinción entre nivel económico ni entre mayor o menor higiene, por lo que nadie está libre de contagiarse.

El humor ayuda

Un hecho histórico que podría ayudaros a eliminar el tabú de los piojos de la mente de vuestros hijos es quitarle hierro al asunto y contarles que, durante la Edad Media, una ciudad de Suiza llamada Hurdenburg tenía una peculiar forma de elegir alcalde: los candidatos, sentados alrededor de una mesa, extendían sus barbas sobre ella, colocaban un piojo en el centro de la mesa y el propietario de la barba que éste escogiera era designado nuevo alcalde.

Así que, como veis, ¡los piojos no tienen siempre connotaciones negativas!

Los piojos prefieren la limpieza

Bromas aparte, tenemos que dejar claro a nuestros hijos que los piojos no indican una falta de higiene ni unas malas condiciones de vida o dejadez por parte de las familias. Es más, en realidad los piojos prefieren las cabezas limpias, ya que así pueden llegar con más facilidad al cuero cabelludo.

Además, el contagio de piojos es un tema extremadamente común, incluso más de lo que pensamos, porque no se suele decir. Tanto que, junto con el resfriado, es una de las enfermedades más contagiosas y comunes. El contagio se produce, principalmente, por contacto directo entre cabezas y, en menor grado, al compartir peines, gorros, almohadas, etc.

Avisar al cole sin vergüenza

Tener piojos no es ningún motivo de vergüenza y no debemos ocultarlo como si fuera algo bochornoso. Lo primero que debemos hacer cuando detectamos el problema es comunicarlo al colegio. Avisando conseguiremos que todos los padres y madres estén atentos y traten el problema evitando que la infestación se generalice por todo el centro.

Lo que sí que podría ser un problema sería que, por no avisar y no tomar las medidas oportunas, la infestación se extendiera y afectara a muchos más niños, siendo entonces mucho más difícil de controlar.

No es necesario cortar el pelo

También podría ayudar a eliminar prejuicios sobre los piojos dejar claro a los peques que no es necesario cortar el pelo cuando se detecta un contagio, sino que se puede combatir con productos apropiados, como los de Neositrin®, siempre que se lleve a cabo el tratamiento correctamente.

Espero haber eliminado cualquier tabú de tu cabeza y que puedas ayudar a que tus hijos afronten el tema con naturalidad y sin sentirse mal.

 

Madres Cabreadas
María Sánchez
Autora del blog Madres Cabreadas