Llegan las ansiadas vacaciones para muchas familias, más necesarias que nunca tras un año tan estresante por la pandemia causada por el coronavirus.
Con el confinamiento, los niños y las niñas han estado en su casa durante muchos días y esto podría provocarnos la falsa sensación de que, tras salir del “encierro” y reiniciar las actividades sociales, los piojos se habrían extinguido. ¡Nada más lejos de la realidad!
Con la vuelta a los campamentos, colonias y las diferentes actividades de verano hemos observado cómo los piojos vuelven a circular a sus anchas entre las cabezas infantiles. Ahora llegan las vacaciones en familia y, definitivamente, ¡no nos los queremos llevar en la maleta! Eso, entre otras cosas, implicaría un más que probable contagio entre todos los miembros de la familia…
Los que estáis atentos a las recomendaciones sanitarias para evitar el contagio y la propagación del COVID-19 sabéis que se basan en 3 pilares: distancia social, mascarilla y lavado frecuente de manos (o utilización de gel hidroalcohólico). Estas tres recomendaciones evitan muchas de las enfermedades infecciosas que nos afectan a los humanos, y podríamos aplicarlas (modificadas) a los piojos:
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Distancia social: Los piojos no vuelan, de forma que la transmisión se produce por contacto directo entre personas. En concreto, se puede producir entre el contacto de las cabezas o entre el contacto de una cabeza infectada con objetos o complementos para el pelo que comparta con otra persona. Si conseguimos mantener esa distancia establecida de 1,5-2 metros entre las personas, está claro que los piojos van a tenerlo difícil para pasar de una cabeza a otra. En cualquier caso, comprendemos que esta es una medida que difícilmente pueden cumplir los pequeños ya que el contacto acaba siendo necesario para su desarrollo social y emocional.
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Mascarilla: El equivalente al uso de la mascarilla sería la recomendación de no compartir peines, cepillos, coleteros o gorras. Eso evita que una persona que tenga piojos pueda pasar la infestación a otras personas a través de estos objetos de uso cotidiano. Es importante explicar a nuestros hijos la necesidad de no compartir estos objetos.
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Lavado de manos/Gel hidroalcohólico: El equivalente a esta recomendación se basaría en utilizar a diario un producto que pueda proteger de la infestación cuando compartimos espacios con otros niños, como sería Neositrín® Protect, así como utilizar con frecuencia la lendrera con el fin de retirar a tiempo los posibles piojos que hayan colonizado recientemente sus cabezas.
En el caso de que ya se haya producido la infestación por piojos, debe realizarse un tratamiento para erradicarlos lo antes posible puesto que la posibilidad de contagiar a otras personas es alta y la reproducción de los piojos muy elevada. Para ello, dispones de Neositrín® Spray Gel, un producto sin insecticidas que actúa de forma eficaz en un minuto acabando con piojos y liendres.
Aunque los piojos afortunadamente no causan los estragos sanitarios y económicos que está causando el coronavirus, es importante mantener las recomendaciones de siempre para que este año no te los lleves de vacaciones. ¡Feliz verano!
